El tribunal popular de la ciudad de Changchung, sentenció a muerte a Guo Liwei, un estudiante de 24 años que confesó haber asesinado a su compañero de cuarto debido a que roncaba mucho.
Guo, harto de los sonidos que producía Zhao al dormir, le asesinó de una puñalada en el pecho en el cuarto de la residencia universitaria donde ambos residían. Liwei llegó a grabar los ronquidos de su compañero y a mostrárselos a las autoridades universitarias pertinentes. Pero nada… como quien oye llover.
Guo siguió aguantando el concierto hasta que no pudo más. Le dijo a Zhao cuatro verdades una buena noche. Zhao, incapaz de asumir su culpa, empezó a insultar a Guo. Éste, entre el cansancio, la frustración y la ira decidió que donde había perdido la diplomacia debía intentarlo el frío filo de un cuchillo.
Las autoridades, que no entienden eso de que uno ronque hasta desquiciar por completo a otra persona, han decidido someter a Guo a un juicio sumarísimo por homicidio.
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Publicado por: Eugenio Chillida
1 comentarios:
Solo hay que verle la cara al chino! Menudos ronquidos pegaría!
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